La ley espejo nuestro

La ley fue hecha para el hombre, pero no el hombre para la ley, sino para Dios. Dios puso leyes sensatas y el hombre las puso insensatamente; no las de Dios, sino las suyas. Solo la ley de Dios es verdadera y justa, mas la de los hombres no. Las leyes de los hombres están hechas en vano, ya que el ultrajador escapa de su castigo. Además, la ley de los hombres, a falta de Dios, se vuelve relativa y cada uno las ve como un par de letras impresas en un papel. FÍJESE como en el mundo las reglas que los hombres ponen se hacen en vano. FÍJESE como multinacionales se pasa por alto diferentes leyes. FIJESE como muchas personas ven las normas morales bastante relativas. PERO TODO PASA AL NO ENSEÑAR QUIEN DIFUNDIÓ TALES ENSEÑANZAS. Todo fundamento en las reglas morales tiene un origen en Dios, aunque desviado con el pasar de los tiempos. Todo se queda relativo cuando alguien enseña las enseñanzas de Jesucristo sin nombrarle ni mencionar que fin quería.

La ley de Dios es la única en la que no escapa nadie de su castigo. Pero... ¿QUÍEN NO HA OFENDIDO LA LEY DE DIOS?¿Qué HOMBRE PUDO Y/O PUEDE CUMPLIRLA YA QUE SOMOS IMPERFECTOS? Solo CRISTO pudo y puede cumplirla, pero nosotros no. Y doy gracias a Dios por salvarnos. Pero...

¿CÓMO NOS SALVO?... MURIENDO POR NOSOTROS EN LA CRUZ llevando la carga de NUESTROS PECADOS.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Debía morir alguien para que nuestros pecados sean consumidos:

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Y la Biblia afirma que  todos hemos pecado:

Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios

Y si alguno dice que es muy bueno y/o no ha pecado en su vida que mire bien el pasaje de Éxodo 20:1-17, y que vea bien esos diez mandamientos. No podrá decirme que no ha infringido alguno. Y si también me viniese otro diciéndome que esas cosas no son malas, que se aclare la mente y se recueste en cama; porque o bien tiene fiebre o bien no tiene ningún principio moral.

Entonces si nosotros hemos pecado quienes somos para condenar a los que pecaron. Una enseñanza seria la que se en Juan 8:3-11.  Este es el de la mujer adultera. En el dice (en el versículo 7): ...El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella .  Ellos trajeron a la mujer como trampa contra Cristo pero el al decirle la anterior frase ellos por su conciencia se fueron dejando las piedras en el suelo. Esto demuestra que si miramos en el fondo nuestro podemos reconocer que hemos pecado. Nosotros los cristianos estamos libre de pecado por la sangre de Cristo y por creer en él, como escribí antes en la cita de Juan 3:16. Esto último no quiere decir que arrojemos la piedra contra el que ha pecado. En el versículo 10 y 11 de este mismo pasaje dice:

Enderezandose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo. Ni yo te condeno; vete y no peques más.

Como veis él no la condeno y nosotros los cristianos debemos ser imitadores de Cristo. Además si en Lucas 6:36 dice:

Sed pues misericordiosos, como también vuestros padre es misericordioso.

La ley es como un espejo que nos muestra como somos. Muestra lo que hacemos mal y lo que somos, pecadores. Nosotros los cristianos aun que somos salvos nos esforzamos en cumplir la ley, no para salvarnos sino para agradar a Dios. También para dar ejemplo a los hombres, mujeres y demás; y para dar testimonio por medio de nuestras obras. Nosotros los cristianos nos diferenciamos de los demás en que sin tener ninguna obligación, hacemos. Y los demás teniendo obligaciones no hacen. Hacemos buenas obras por amor; nos movemos por amor; vivimos por amor. Porque de cierto os digo que sino fuera por amor tú y yo no estaríamos aquí. Porque sin amor no hay paciencia; y en ese modo si Dios no tuviera tanto amor como ha mostrado no sería tan paciente por nosotros y no nos daría una última oportunidad. Al fin al cabo la ley se simplifica en dos mandamientos:  Amaras al Señor tu Dios sobre todas las cosas y Amaras a tu prójimo como a ti mismo. Leer 1 Corintios 13 si quiere ver las características del Amor.

A mis hermanos en Cristo Jesús, hijos de mi Padre, os doy animo para que no desmayéis y sigáis predicando el evangelio. A los que todavía no no han entregado su vida a Cristo les doy la oportunidad  de conocerlo,  porque sin él no hay vida. Si usted quiere entregale su vida a Cristo y comprometerse con él oré con él y pídale que entre en su vida y acéptelo como Señor y Salvador de su vida. Pídale que cambie su vida y que haga de usted la persona que él quiere. Si hace esto sera salvo. Tan sencillo es, pero pocos son los que lo hacen. Le aconsejo que crezca con otros cristianos y que lea la Biblia con ambición.